Las siguientes recomendaciones te ayudaran en tu lectura por las páginas de la Biblia. Te invitamos a descubrir nuevas maneras de prepararte para leer y orar con el texto, y a que compartas con tus compañeros.
Enamórate de Dios
Ten un espíritu abierto, deseoso, con hambre de una palabra de esperanza y vida. Apártate un poco del ajetreo cotidiano de la vida; busca una habitación tranquila, un lugar donde te sientas a gusto y en el que nadie te moleste. Dedica tiempo suficiente para estar en compañía con Dios y su palabra, sin prisa ni distracciones, sin pensar en otros compromisos o tareas.
Abre tu corazón al Espíritu Santo
Comienza con una oración al Espíritu Santo para que derrame paz sobre ti durante los minutos que dedicaras a la oración con las lecturas bíblicas, y pídele que abra tu espíritu y corazón al mensaje que Dios te comunicara.
Celebra la grandeza de tu ser
Cuando surge una luz en la meditación de algún pasaje bíblico, detente en él para que la luz no se desvanezca y se extinga; medita con calma las palabras, anótalas o incluso, apréndelas de memoria. Así esas palabras te podrán acompañar a lo largo de tu vida.
Haz de tu vida una historia de la salvación
Haz vida la liberadora historia de Dios con la humanidad. Quien descubre el actuar de Dios entre los hombres y mujeres en la historia, experimentara también la acción liberadora y orientadora de Dios en su vida.
Entra al desierto
Atrévete a marchar al desierto. Habrá trechos de camino en que sientas des, momentos de sequedad espiritual y palabras vacías. Entonces hay que aguantar firme, en el sonido del silencio. Te asombraras al descubrir en tu vida que, al igual que muchos relatos bíblicos, el desierto es precisamente el lugar donde tendrás un encuentro con Dios.
Déjate transformar por su amor
Escucha el llamado a la conversión. La palabra de Dios nos compromete siempre. Dios, cuando nos habla, exige que nuestra vida cambie, que renunciemos a las cosas que nos atan, que echemos por la borda cargas excesivas, a fin de que puede llegar la liberación. De esta manera podrás hacer lo que la palabra exija de ti. Dios no quiere gente que se limite a oír sino que ponga en práctica su palabra. Sant 1; 22
Finalmente
Has el propósito de leer diariamente la biblia con el fin de crecer en tu relación con Dios y tu vida cristiana.
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